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CARLOS I. GORRÍN PERALTA: Alternativas electorales para salir de la crisis y salvar el país

Carlos I. Gorrín Peralta Profesor de Derecho Constitucional, Universidad Interamericana de Puerto Rico

El Movimiento Victoria Ciudadana y el Partido Independentista Puertorriqueño han producido reacciones diversas al proponer acciones concertadas, incluyendo la postulación de candidatos comunes en las elecciones del 2024, por ejemplo, Juan Dalmau a la gobernación y Manuel Natal a la alcaldía de San Juan. Iniciarán acciones legales para cuestionar la ley que impide a una persona figurar como candidato de más de un partido.

Estas propuestas persiguen lidiar con la grave crisis económica, social, política y moral que sufre el país debido a la subordinación política y dependencia económica que impone la condición colonial, y a la alternancia del PNP-PPD en gobiernos incompetentes, irresponsables y corruptos. No podemos repetir lo que ha provocado la crisis, por seductoras que suenen las promesas de esos partidos, especializados en incumplirlas y en promover instituciones y procesos que agudizan lo que sufre la gente.

Muchos cambios importantes en la historia se han logrado mediante negociación, para acomodar visiones encontradas y forjar soluciones a base de coincidencias. Luego de su guerra de independencia, los estadounidenses aprobaron una Constitución defectuosa con la que no estaban de acuerdo todos los que la redactaron, pero acordaron lo que tenían en común, obviando aquello en que discrepaban. Otro ejemplo es el de India; después de décadas de explotación y desprecio por el imperio británico, logró su independencia mediante negociación. También Nelson Mandela se reunió con F. W. de Klerk, su carcelero, para negociar la abolición del despreciable sistema de apartheid en Sur África.

Puerto Rico también resolverá su grave crisis mediante la negociación, dejando a un lado a quienes la causaron. El pueblo ha comenzado a hacerlo. En las elecciones del 2020, el PPD y el PNP lograron menos de 33% de los votos, mientras que los otros tres partidos obtuvieron más. El bipartidismo agoniza. Es momento propicio para acabarlo.

El PIP ha luchado contra viento y marea durante 76 años a favor de la independencia de Puerto Rico. Continuará haciéndolo mediante el reclamo del derecho humano de todos los pueblos a su libre determinación, para construir una nueva sociedad de mayor justicia y equidad. Ha propuesto la asamblea constitucional de estatus para definir fórmulas descolonizadoras y negociar con los Estados Unidos los términos y los procesos de transición de las opciones entre las que el pueblo escogerá. Ha propuesto un amplio programa para atender los graves problemas de salud, educación, criminalidad, inequidad, ambiente y desarrollo sostenible.

El MVC no se ha enfocado en una posición específica sobre destino final de nuestro pueblo, pero sí ha apoyado el ejercicio de la libre determinación mediante la asamblea constitucional de estatus. Además, ha promovido programáticamente medidas de justicia social y equidad armoniosas con las propuestas del PIP.

Resulta lógico que estos dos partidos aúnen voluntades para atajar juntos objetivos comunes, manteniendo la integridad de sus estructuras organizativas. Lamentablemente, el PNP y el PPD han utilizado los instrumentos legales y el engaño para dificultarle la competencia a otros partidos en el escenario electoral. En 2011 el PNP interesaba debilitar al PPD, y facilitó la inscripción de nuevos partidos, pero prohibió que pudieran juntar sus esfuerzos mediante candidaturas comunes. En el Código Electoral del 2020 reiteró la prohibición. El PPD prometió que luego de las elecciones derogaría dicho Código, y el día en que asumió el cargo, el actual presidente de la Cámara prometió la derogación. No se ha materializado; por el contrario, han conspirado con el PNP para mantener la prohibición.

Todavía la mayoría legislativa tiene la oportunidad de cumplir su promesa. El PIP y el MVC reanudarán sus esfuerzos legislativos. Pero además recurrirán al poder judicial para cuestionar la constitucionalidad de la prohibición de candidaturas comunes. El Tribunal Supremo ha resuelto que la libertad de asociación que garantiza la Constitución de Puerto Rico es “de factura más ancha” que el derecho similar implícito en la Constitución de los Estados Unidos. Pero más importante que el derecho de las asociaciones es el derecho de los electores, a quienes el bipartidismo PPD-PNP les dificulta ejercer el voto conforme a su conciencia, limitándoles antidemocráticamente las opciones de votar por el partido con que simpatizan y por aquellas personas que interesan elegir. Es el momento de crear y apoyar nuevos caminos.

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2023-01-28T08:00:00.0000000Z

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